Si estás leyendo esto, es porque te enfrentas a un problema serio: un imprevisto te impide cumplir con un contrato que firmaste con el Estado. No estás solo en esto, y lo más importante es actuar rápido para evitar sanciones y proteger tu negocio.
En esta guía, te explicamos paso a paso qué hacer cuando una situación ajena a tu control te deja sin opciones. Siguiendo estos consejos, podrás manejar la situación de la mejor manera posible y comunicarte correctamente con el organismo público.
¿No puedes cumplir tu contrato con el Estado por fuerza mayor? Esto es lo que debes hacer
04 de abril 2025
Por: AltLegal
Si estás leyendo esto, es porque te enfrentas a un problema serio: un imprevisto te impide cumplir con un contrato que firmaste con el Estado. No estás solo en esto, y lo más importante es actuar rápido para evitar sanciones y proteger tu negocio.
En esta guía, te explicamos paso a paso qué hacer cuando una situación ajena a tu control te deja sin opciones. Siguiendo estos consejos, podrás manejar la situación de la mejor manera posible y comunicarte correctamente con el organismo público.
Paso 1: Actúa rápido
Si un imprevisto te impide o impedirá cumplir con tu contrato, lo peor que puedes hacer es quedarte esperando. Actúa de inmediato, porque los plazos pueden estar corriendo y, si no reaccionas a tiempo, podrías perder la oportunidad de evitar sanciones.
Lo primero que debes hacer es revisar tu contrato y/o las bases de licitación. Identifica las cláusulas sobre incumplimiento, fuerza mayor y plazos de notificación, ya que ahí podrían estar detallados los requisitos específicos sobre cómo y cuándo informar la situación al organismo público.
Si no te ocupas ahora, te arriesgas a consecuencias graves como:
- Cobro de multas y garantías.
- Terminación anticipada del contrato en condiciones desfavorables.
- Demandas por incumplimiento.
No dejes pasar más tiempo. Lo que hagas ahora puede marcar la diferencia entre una solución viable y una crisis para tu negocio.
Paso 2: Analiza tu situación y reúne documentación
Antes de tomar decisiones apresuradas, evalúa bien lo que está ocurriendo. Es importante tener claridad sobre tres aspectos:
- ¿Qué pasó? Saber cuál es la causa específica que ocasionó u ocasionará el incumplimiento o retraso, es clave.
- ¿Cómo afectará en el cumplimiento de tus obligaciones contractuales? Identifica qué compromisos no podrás cumplir y en qué medida se verán afectados.
- ¿Qué opciones tienes para minimizar el impacto en tu negocio? Analiza si existe alguna alternativa para cumplir, ya sea renegociando plazos o modificando las condiciones para evitar pérdidas innecesarias.
Para respaldar tu caso, reúne toda la documentación posible que pruebe lo ocurrido, como certificados emitidos por organismos oficiales, informes técnicos o peritajes que expliquen la situación, resoluciones de autoridades que afecten tu operación y cualquier otro registro, como fotografías o videos, que permitan demostrar el problema. Contar con pruebas sólidas te permitirá actuar con mayor seguridad y comunicarte con el organismo público con hechos concretos en la mano.
Paso 3: Evalúa tus opciones y define una estrategia
En este punto, contar con la asesoría de un abogado es fundamental para tomar decisiones informadas y proteger tu negocio, ya que no cualquier problema justifica incumplir un contrato sin consecuencias.
Antes de actuar, es clave determinar si tu caso califica como fuerza mayor. Para que se considere como tal, el evento debe cumplir con estas tres condiciones:
- Es imprevisible: es decir, no podías prevenirlo ni preverlo.
- Es irresistible: aunque hicieras todo lo que estuviera en tus manos, no era posible evitarlo.
- Es ajeno a tu control: no es un error de tu empresa, sino un evento externo e inevitable.
Si tu caso cumple con estas condiciones, la buena noticia es que la ley te respalda: puedes solicitar una modificación del contrato (como una extensión de plazos o ajustes en la prestación del servicio) o incluso su terminación anticipada sin sanciones. Para ello, es clave reunir pruebas sólidas y comunicarte de inmediato con el organismo público.
Ahora bien, si no es un caso de fuerza mayor, no todo está perdido. Existen alternativas para negociar con la entidad contratante. Puedes analizar qué ajustes te permitirían seguir cumpliendo y presentar una propuesta razonable.
Una buena opción es elaborar una matriz de negociación, donde definas qué puedes ofrecer, qué necesitas y cuáles son los puntos clave para llegar a un acuerdo. Muchas veces, el diálogo oportuno evita sanciones y protege la relación con el organismo público.
Lo que nunca debes hacer es ignorar el problema y dejar que escale. Además, contar con asesoría legal es crucial en todo el proceso. Un abogado especializado te ayudará a evaluar tu situación, definir la mejor estrategia y negociar con respaldo técnico y jurídico, aumentando las posibilidades de una solución favorable.
Paso 4: Comunícate con la entidad contratante
Una vez que tengas tu estrategia definida y la documentación en orden, es fundamental informar de inmediato a la entidad contratante, ya que el tiempo apremia.
La clave aquí es actuar con transparencia y formalidad: mientras más claro y preciso seas en tu comunicación, mayores serán las posibilidades de alcanzar una solución favorable.
Para ello, sigue estos pasos:
- Utiliza los canales oficiales establecidos en el contrato o las bases de licitación.
- Explica detalladamente la situación y cómo esta afecta el cumplimiento de tus obligaciones.
- Aporta pruebas concretas, como certificados de organismos oficiales, informes técnicos o resoluciones que respalden tu caso.
- Propón una solución clara, ya sea la modificación del contrato si puedes seguir cumpliendo con algunos ajustes, o su término anticipado si la ejecución ya no es posible.
- Solicita una reunión formal, incluso si aún no te han rechazado o respondido. No esperes a que ignoren tu solicitud para tomar la iniciativa.
Siempre deja constancia escrita de todas tus comunicaciones. Un correo formal, una carta certificada o incluso una solicitud a través de la plataforma de la Ley de Lobby pueden ser clave para respaldar tu posición en caso de disputas.
Por último, no enfrentes este proceso solo. Contar con asesoría legal desde el inicio puede marcar la diferencia entre lograr un acuerdo favorable o quedar expuesto a sanciones. Un abogado especializado sabrá cómo estructurar tu comunicación, presentar tu caso con solidez y proteger tus derechos.
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